El regreso de las ballenas

La temporada de avistamiento de ballenas está casi sobre nosotros nuevamente en Los Cabos. En el mundo de la naturaleza, es una de las dos especies migratorias más famosas en México. (Si contáramos la de las aves, ¡serían tres!)

El centro de México tiene su Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca. Cada año, durante noviembre el bosque entre los estados de Michoacán y el Estado de México se cubre de incesantes mariposas monarca anaranjadas, negras y blancas que vuelan por más de 4 km desde Canadá y Estados Unidos como parte de su ciclo migratorio.

Impresionante, pero... Los Cabos es el destino favorito de una de las migraciones de mamíferos más extensas en la tierra: el extenuante nado de casi 9,700 kilómetros (6,000 millas) desde las gélidas aguas del Mar Ártico hasta la punta de la Península de Baja California y el cual es equiparable a un trayecto de ida y vuelta desde Los Ángeles a Nueva York.

De las ocho especies de ballenas que se aventuran a migrar a Los Cabos, la más popular es la de las ballenas jorobadas, que rutinariamente emergen de la superficie de cuerpo entero. Su colosal anatomía de color negro azulado está flanqueada por enormes aletas pectorales que llegan a medir hasta un tercio de su longitud corporal, que puede alcanzar los 17 metros (más de 50 pies). Estas aletas altamente adaptables son herramientas fantásticas para cazar, nadar y por supuesto, para hacer saltos acrobáticos llenos de gracia.

Debido a la cacería, dicha especie se encontraba en peligro de extinción, pero actualmente está viviendo un resurgimiento (se estima que hay 68, 500 ballenas jorobadas en todo el mundo). Antes de emprender su viaje a los subtrópicos, estas majestuosas criaturas se alimentan del plancton presente en las aguas polares de las latitudes altas.

Aguas cálidas y ricas en nutrientes, el nivel ideal de salinidad y un clima templado hacen de las bahías y lagunas en la punta de la Península de Baja California el lugar perfecto para que las ballenas socialicen, se apareen y den a luz a sus crías. Una vez que nacen, a estos bebés no tan pequeños se les debe enseñar a nadar y sobrevivir en el océano. Las crías permanecen cerca de sus madres hasta un año antes del destete. Las madres las protegen, nadando junto a ellas y, a menudo, tocándolas con sus aletas.

Desde principios de diciembre, los huéspedes de Pueblo Bonito Resorts en Pacifica y Sunset Beach han podido avistar ballenas jorobadas emergiendo de la superficie, lanzando chorros de agua y jugueteando directamente en el mar. De igual manera, los jugadores en Quivira Golf Club - hogar de un deslumbrante campo diseñado por Jack Nicklaus Signature que se desplaza a lo largo de verticales acantilados de granito por encima del nivel del mar - han avistado ballenas ejecutando saltos de cola desde los tees, greens y fairways.

Para los visitantes que quieran ver de cerca a estas impresionantes criaturas, los concierges en todas nuestras propiedades de Pueblo Bonito pueden proporcionar información sobre los mejores recorridos de avistamiento de ballenas saliendo desde el puerto deportivo de Cabo San Lucas.

Entre los mejores proveedores de tours se encuentra Cabo Adventures, que actualmente ofrece 30% de descuento en su Experiencia de Avistamiento de Ballenas en Yate de Lujo con una duración de 2 horas y media. Su catamarán de fabricación francesa que cuenta con dos pisos también está equipado con un sistema de hidrófono, que permite a los participantes escuchar a las ballenas "cantando" en tiempo real más allá del arco marino en el Fin de la Tierra. (Las ballenas jorobadas macho, conocidos por sus melodías bajo el agua, son especialmente vocales durante la temporada de apareamiento. Nadie lo sabe con certeza, pero se ha dicho que el sonido que emiten los machos, el cual se asemeja a un romántico sonar, equivale a una serenata con la que intentan cautivar a sus potenciales parejas hembra).

Además, los expertos guías turísticos de esta empresa comparten datos interesantes sobre estos magníficos habitantes del océano, que pueden alcanzar un peso de 80,000 libras y tienen una esperanza de vida de 80 años. La experiencia de admirar a estos gigantes marinos mientras expulsan vapor de agua a través de los orificios de su lomo, salpican y se mueven en el mar haciendo arcos que desafían la gravedad es simplemente inolvidable. Haga un propósito para este Año Nuevo: reserve un crucero para avistar ballenas durante enero o febrero - nueve de cada 10 recorridos logran presenciarlas durante estos dos meses.