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a tree with many branches
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Encuentros Cercanos con la Naturaleza en Quivira Golf Club

Mientras recorre el espectacular paisaje del campo que fusiona desierto y mar, es posible que vea un águila pescadora volando en lo alto y cucaracheros desérticos revoloteando, mientras las iguanas de cola espinosa y las lagartijas de roca toman el sol. Podría ver a un correcaminos bajo la sombra de un pequeño arbusto antes de correr hacia su siguiente parada. Las aves y los reptiles son abundantes, pero también es probable que aviste algunos mamíferos fascinantes como el venado de cola blanca. Es fácil no verlos porque su pelaje marrón rojizo se mimetiza a la perfección con el terreno. Si se asusta, podrá verlo levantar su característica cola blanca para alertar a su manada.

Bajo sus pies, podrá ver a las adorables ardillas terrestres de cola redonda. Estos habitantes del desierto, más pequeños que sus parientes trepadores de árboles, están perfectamente adaptados a la vida en terrenos áridos. A medida que se mueve de un hoyo a otro, las vigorosas liebres de cola negra pueden cruzarse en su camino. Sus largas orejas y sus poderosas patas traseras las vuelven inconfundibles.

El coyote, denominado cariñosamente el "perro que ladra", también se hace notar. Aunque es más frecuente oírlo que verlo, su aullido icónico es parte de la banda sonora por excelencia del desierto. Si tiene suerte, puede avistar un zorro rojo mientras juega en el campo. Conocido por su naturaleza cautelosa y curiosa, ver a una de estas cautivadoras criaturas es un verdadero placer.

Si está en el campo cuando empiece a atardecer, verá emerger a los animales nocturnos. El campo es hogar de mapaches enmascarados, que pueden encontrarse hurgando entre la maleza.

El océano ofrece su propio espectáculo. Entre diciembre y abril, los golfistas tienen la increíble oportunidad de presenciar uno de los mayores espectáculos de la naturaleza: la migración anual de diversas especies de ballenas. Ballenas jorobadas, grises e incluso alguna ballena azul pasan por estas aguas en su trayecto hacia sus zonas de apareamiento y cría.

La vida vegetal en Quivira es tan fascinante como sus avistamientos de vida silvestre. El cactus más alto del mundo, el cardón gigante mexicano, se intercala en el campo con el cactus organero – una especie impresionante con extensos brazos que agrega un toque espectacular al paisaje. Estos cactus son potencias ecológicas que proveen alimento y refugio a innumerables especies.
El torote, o árbol elefante, es otra planta llamativa. Su tronco grueso y escultural sirve para almacenar agua en este entorno árido. El ciruelo cerezo, su fruto comestible, aporta un toque delicado al paisaje, mientras que la aromática resina de los árboles de copal se ha incorporado desde hace mucho tiempo al misticismo cultural de la región. Incluso las plantas más pequeñas, como la espinosa cholla y el versátil nopal, añaden personalidad a la belleza única de la zona.

Quivira Golf Club es un homenaje vivo y palpitante al entorno natural de Los Cabos. Ya sea que le cautive una liebre saltando, un cactus imponente o una ballena emergiendo del agua, el campo ofrece experiencias únicas que van mucho más allá del juego en sí mismo. Es otra capa de lo que ofrece la región y que atrae a los amantes de la naturaleza de todas las edades. Así que empaque sus palos de golf y mantenga los ojos abiertos para poder apreciar todas las sorpresas que usted podrá encontrar en el camino.